Los Orígenes del Movimiento Franciscano: Recuperando las Raíces del Cristianismo Primitivo

La presente obra se articula como una investigación exhaustiva sobre la génesis y naturaleza primordial del movimiento franciscano, postulando como eje hermenéutico central su conexión intrínseca con los ideales y praxis del cristianismo primitivo. La obra parte de una meticulosa contextualización sociohistórica y eclesial de los siglos XII y XIII, donde se subrayan las condiciones de vida marcadas por la dureza climática –final del Periodo Cálido Medieval–, la prevalencia de enfermedades, las dinámicas urbanas incipientes, la inestabilidad económica y la desigualdad social, y se explora la cultura material y la búsqueda de sentido en un contexto de incertidumbre generalizada. Además, se describen las características de la Iglesia medieval, no solo como poder hegemónico, sino también como un espacio de tensiones, evidenciado por los movimientos de reforma, las nuevas corrientes espirituales, las respuestas doctrinales a las heterodoxias, el florecimiento de la religiosidad laica y el complejo rol sociocultural de la Iglesia (poder, cultura, caridad). En este marco general es donde surge la enorme figura de Francisco de Asís, de gran sensibilidad e inteligencia, y la conformación de la primera fraternidad evangélica. Se incide especialmente en el retrato fundacional de este hombre, explorando su biografía temprana y, crucialmente, su proceso de conversión y vocación religiosa, eventos catalizadores del movimiento. El núcleo de la investigación reside en la tesis central que explora la autopercepción franciscana como un retorno deliberado a la vita apostolica y a la pureza del cristianismo primitivo, examinando la hermenéutica especial de Francisco sobre el mensaje percibido del evangelio y otras fuentes –y cómo pudo desarrollarse–, para lo que se lleva a cabo un profundo análisis textual. En ese escenario se configuran elementos definitorios del franciscanismo, con un estudio axiológico de sus ideales cardinales –como la adhesión radical a la paupertas (santa pobreza), la humilitas (humildad) y la simplicitas (sencillez)– que derivan, principalmente, en un servicio apasionado a los sectores marginados de la sociedad, en imitación de Cristo, y una innovadora forma de predicación evangélica que contenía semillas de reforma eclesial, a pesar de las tensiones y controversias iniciales que generó la Orden. Los resultados obtenidos han resultado muy innovadores, ofreciendo interpretaciones inéditas desde el nuevo prisma ofrecido. Entre ellos, como ejemplo representativo, el original enfoque sobre el profundo amor que Francisco sentía por los animales y que llamará la atención de muchos lectores. O que, realmente, la esencia del cristianismo primitivo llegara a la Iglesia medieval –que había adoptado muchas de las estructuras de una poderosa monarquía feudal opacando la buena nueva de Jesús– con plena intensidad a través del movimiento franciscano: Francisco mostró la naturaleza y realidad del mensaje que transmitían los primeros textos en toda su grandeza. En general, consideramos que este estudio representa una contribución esencial para comprender el franciscanismo temprano. No debe entenderse como una hagiografía, se trata de un complejo análisis multidimensional que interpreta, desde el contexto de la Baja Edad Media, las causas del retorno consciente de Francisco a las fuentes evangélicas y la recuperación de las auténticas raíces del cristianismo primitivo. Hablamos, por tanto, de una lectura relevante para historiadores medievalistas, teólogos, especialistas en estudios franciscanos y religiosos, así como académicos interesados en la historia del cristianismo, movimientos de reforma y la interacción religión-sociedad.